POR el Rey. Al Conseio, Iusticia, Veynte y Quatros, Cavalleros, Iurados, Escuderos, Offciales, y hombres buenos de la nombrada y
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POR el Rey. Al Conseio, Iusticia, Veynte y Quatros, Cavalleros, Iurados, Escuderos, Offciales, y hombres buenos de la nombrada y

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POR el Rey. Al Conseio, Iusticia, Veynte y Quatros, Cavalleros, Iurados, Escuderos, Offciales, y hombres buenos de la nombrada y gran ciudad de Granada.
(Al fin:) Madrid, 1600, 31 x 21,5 cm., 30 folios sin numerar incluso portada con bello escudo grabado. (Carece de encuadernación. Obra muy rara. Sólo hemos localizado un ejemplar con título parecido en la Universidad de Granada del que sólo se conserva la portada y una hoja en blanco. No se conoce ejemplar de esta edición. A la muerte de Felipe II se celebraron las Cortes de Castilla y León en Madrid en 1599. El tema fundamental de discusión era la situación económica y la aportación que tenían que hacer las ciudades al tesoro real. En el debate que duró mas de un año se decidió poner por escrito los puntos fudamentales para que los
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POR el Rey. Al Conseio, Iusticia, Veynte y Quatros, Cavalleros, Iurados, Escuderos, Offciales, y hombres buenos de la nombrada y gran ciudad de Granada.
(Al fin:) Madrid, 1600, 31 x 21,5 cm., 30 folios sin numerar incluso portada con bello escudo grabado. (Carece de encuadernación. Obra muy rara. Sólo hemos localizado un ejemplar con título parecido en la Universidad de Granada del que sólo se conserva la portada y una hoja en blanco. No se conoce ejemplar de esta edición. A la muerte de Felipe II se celebraron las Cortes de Castilla y León en Madrid en 1599. El tema fundamental de discusión era la situación económica y la aportación que tenían que hacer las ciudades al tesoro real. En el debate que duró mas de un año se decidió poner por escrito los puntos fudamentales para que los procuradores que habían regresado a sus ciudades de origen y el rey pudieran aprobar definitivamente las resoluciones. Este es el contenido de este impreso del que parece no se imprimió en ningún otro lugar. Destacaba entre todas las propuestas la creación de erarios y montes de piedad en las diferentes ciudades que sirvieran para financiar las necesidades económicas de la corona. La idea original venía de Luis Valle de la Cerda quien la había concebido en su estancia en Flandes. En las Cortes, como se indica en el texto, un procurador presentó el texto manuscrito del proyecto de Valle de la Cerda para su discusión ganando considerables apoyos hasta el punto de que las Cortes hicieran una edición del texto en 1600).
24T1Q4
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